Sobria, elegante y con veinte minutos de adelanto sobre el horario establecido. Así ha transcurrido la procesión del Hosanna con la que Cuenca ha iniciado su Semana Santa en este Domingo de Ramos. El tiempo se preveía frío y así ha sido desde inicio, lo que no ha impedido que los conquenses se echaran a la calle para saludar el paso de La Borriquilla y la Virgen de la Esperanza.
A las 9:30 en punto, el secretario de la V. H. de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza llamaba a las puertas de San Andrés y éstas se abrían para dejar salir a la cabecera de la Hermandad ante una plazuela de San Andrés en la que se había congregado el público – tal vez menos que en otras ocasiones, debido al cambio de hora – y en la que se encontraban ya la Banda de Trompetas y Tambores de la JdC y la Banda Municipal de Música de Cuenca, encargadas del acompañamiento musical este Domingo, así como la Comisión Ejecutiva y Junta de Diputación de la JdC, que desfilan con sus palmas cada Domingo de Ramos.
El cortejo, acompañado por el Hermano Mayor de la Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos de San Juan Evangelista portando la palma que el Viernes Santo llevará el Discípulo Amado camino del Calvario, ha descendido rápido y ágil por Solera y Alonso de Ojeda hasta la Puerta de Valencia, donde los niños y niñas de la Escolanía Ciudad de Cuenca, dirigida por Carlos Lozano, han interpretado Hosanna in Excelsis, Chirstus Vince y el Ave María para las Sagradas Imágenes. Ha sido éste uno de los puntos con más público del recorrido, junto con Carretería, San Felipe Neri para la bendición de palmas y, cómo no, la Plaza Mayor, centro neurálgico del público en el Hosanna.
La procesión ha recorrido con paso corto la parte baja hasta el Puente de la Trinidad, dejando estampas para el recuerdo, como el ya tradicional paso conjunto de los banceros de las dos Sagradas Imágenes de la Hermandad, cuyas horquillas sonaban por momentos al unísono. Largas filas de nazarenos con sus palmas acompañaban hoy al Señor y a la Madre, una larga fila de niños tras el guión y muchos bebés de apenas semanas en su primera procesión de – presumiblemente – muchas. La subida por Palafox y las curvas de la Audiencia hasta San Felipe para la bendición de palmas ha sido tan vistosa como rápida – mención especial a los banceros de la Virgen en este punto, dando de una las dos curvas – llegando a los Oblatos con alrededor de diez minutos de adelanto sobre el horario previsto. Menos gente este año en San Felipe, merced a las restricciones de aforo por motivos de seguridad.
Monseñor Yanguas bendecía las palmas al filo de las 12:30 horas, en un acto que volvía a contar por segundo año consecutivo con las voces blancas de la Escolanía de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín, toda vez que sus niños y niñas han cantado la liturgia dirigidos por Pepe Llopis. Tras la lectura del evangelio por parte del vicario general de la Diócesis, la Corporación Municipal y el Cabildo Catedralicio se incorporaban al cortejo, que alcanzaba la Plaza Mayor alrededor de las 12:45 horas.
La entrada a la Plaza por parte de la Banda de la JdC y de la Hermandad ha sido este año más vistosa y organizada que en otras ocasiones, pues las fuerzas de seguridad habían abierto previamente un pasillo central desde los arcos del ayuntamiento hasta la Catedral, a cuyos laterales se ha colocado en su llegada la Banda de la JdC, como es habitual. El buen hacer de banceros y capataces ha culminado con la entrada a la Plaza – este año recibía a La Borriquilla una lluvia de ramas y hojas de olivo, mientras que las mujeres de la Hermandad volvían a agasajar a la Esperanza con una lluvia multicolor de pétalos de rosa – y posterior entrada de los pasos a la Catedral, balanceados por los banceros con pericia, como es tradición, en las escaleras de acceso al Templo. Con el Himno Nacional para el Señor y la Marcha de Infantes para la Madre finalizaba uno de los desfiles del Hosanna más rápidos y sobrios de los últimos años, en una mañana en la que la lluvia respetó de principio a fin.
En el apartado musical, sobresaliente actuación de la Banda de la JdC en su estreno de este año y muy notable también la de la Banda Municipal de Música de Cuenca. Los de Poyatos, muchos de ellos nuevos en la banda y que vivían en este Domingo de Ramos su primera procesión, interpretaron marchas como Al Rey de la Gloria, El Sacramento de Nuestra Fe, Caridad del Guadalquivir, A los pies de Sor Ángela, Oh Bendita Estrella, Oración o De vuelta al Porvenir, mientras que los de Aguilar hicieron lo propio con Las lágrimas de San Juan, El Evangelista, Jerusalén, Costalero, Concha o La palma al viento.
Cuenca ha abierto de forma brillante su Semana Santa.
